La de la izquierda. En la segunda jornada del debate de orientación política, nuestro presidente, Adrián Barbón, continuó anunciando medidas. En concreto, otras 15 hasta hacer un total de 65 en dos días. Sobre todo, habló de ayudas, subvenciones y subsidios como es costumbre muy asturiana. Eso sí, también guardó espacio para la diputada del grupo mixto, Covadonga Tomé. Más que nada, porque sin su voto en la aprobación de los presupuestos, todo lo dicho quedaría en agua de borrajas. Es decir, sin el dinero suficiente para darle cobertura. Un tanto de lo mismo hizo el coordinador regional de IU, Ovidio Zapico, que fue incluso más allá. Pretende seducir políticamente a la diputada para que forme parte, aunque sea de forma subrepticia, del gobierno de coalición con los socialistas. Sería, a juicio de Zapico, con objeto darle estabilidad en lo que resta de legislatura. Decíamos ayer en esta misma columna que huele a elecciones y ya ven cómo se quiere contrarrestar los vaivenes que van a llegar desde Madrid.
La de la derecha. El líder del PP, Álvaro Queipo, tuvo su rifirrafe particular a cuenta de dos temas. El primero, la financiación singular de Cataluña donde cifró la pérdida para Asturias con el nuevo sistema en 850 millones de euros. Cifra, por cierto, que no sabemos de dónde sale. Y el segundo, a cuenta de la mundialmente famosa «vía fiscal asturiana». Ya saben, esa que segmenta a los contribuyentes en función del criterio que ponga el gobierno de turno. La que es como la lotería: solo toca a unos pocos. Vox, por su parte, tuvo los encontronazos más fuertes con el presidente asturiano. La anti química es mutua y se nota en las intervenciones a cara de perro. Al final, el proyecto del partido de Santiago Abascal para Asturias es volver a convertirla en la provincia de Oviedo. No hay más. Por último, Foro criticó la profusión de medidas calificándolas de «refrito», pero no dijo nada sobre su apoyo a los presupuestos como el año pasado. Según parece, dependerá del vial de Jove en Gijón. En resumen, fue una jornada donde ninguno de los bloques (izquierda o derecha) aportó alguna novedad relevante. La política asturiana actual, al igual que la nacional, es de trincheras y cada uno dispara la munición ideológica que toca. Aquellos tiempos donde existía el centro han pasado a la historia.
@balbuenajm