Uno. El pasado domingo la virgen de Covadonga estuvo por el Huerna. No se entiende de otra forma que no hubiera desgracias personales. El que toda una ladera se viniera abajo de sopetón, podía habernos llevado a lo peor. Esto es, a que uno o varios vehículos hubiesen quedado atrapados bajo un alud de piedras. Tengamos en cuenta que en ese tramo hay un total de cinco carriles. Es decir, normalmente tiene bastante circulación. Menos mal, repito, que el día era festivo y el siniestro fue a primera hora de la mañana, hecho que contribuyó decisivamente a que no hubiese tráfico. De lo contrario, estaríamos hablando de algo más que daños materiales. Lo dicho: solo podemos dar gracias a La Santina puesto que hizo su trabajo a la perfección.

Dos. Sin duda, la polémica gestión de la DANA ha tenido consecuencias: nuestras autoridades estuvieron al pie del cañón desde un primer momento. Tanto a nivel nacional, regional y local. No hubo reproches, ni problemas de competencias. Se siguió el protocolo correcto con diligencia y sin vacilaciones. Primero, saber si había víctimas por si fuera necesario socorrerlas y segundo, ponerse manos a la obra para intentar cuanto antes abrir una vía. Incluso el ministro de Transporte, Óscar Puente, estuvo en alerta. Eso sí, siempre a través de su red social y mandando mensajes de forma constante. Solo hay un problema en esta forma de comunicar: Puente ha bloqueado a tanta gente que no sabemos a cuántos llegan sus avisos. Es el caso, sin ir más lejos, del que esto escribe.

Y tres. El corte de la autopista AP-66 nos viene a recordar la fragilidad de nuestro paraíso natural. O sea, que seguimos quedando aislados ante cualquier incidente. Sí, porque utilizar como alternativa la subida del puerto de Pajares no es una opción. De hecho, ya estamos viendo las consecuencias para la vetusta carretera de soportar tanto tráfico pesado. Es más, prácticamente somos la única comunidad que tiene este problema: solo disponemos de una salida viable hacia la meseta. El resto, es dar rodeos y complicarse la vida. Por tanto, las consecuencias del corte de la autopista del Huerna son inmensas desde el punto de vista social y económico. Siendo la nuestra una tierra de argayos continuos, no estaría mal que se implantase un sistema de alerta y prevención. Más que nada, porque la próxima vez igual no tenemos tanta suerte.

@balbuenajm