Asturias exterior.
Durante el anodino 34 congreso de la Federación Socialista Asturiana (FSA) se produjo un momento de intenso debate puertas adentro. Fue por la creación de una circunscripción exterior para los asturianos que viven en extranjero y votan en las elecciones del Principado. En concreto, se trataría de reservarles un escaño de la circunscripción central con lo que pasaríamos a tener cuatro: oriente, occidente, central y exterior. Algo bastante incongruente para un territorio con poco más de un millón de habitantes. El resultado en la comisión de la FSA que discutía el tema fue la de aprobar su creación por solo un voto de diferencia. Sin duda, buena prueba de la falta de consenso y división que existe en el propio partido sobre una posible reforma de la ley electoral asturiana. Verán, el censo de emigrantes con derecho a voto es de unos 123.201 electores. Pues bien, a la hora de la realidad en las últimas elecciones solo lo ejercieron 7.329 y eso que se había eliminado el voto rogado. Es decir, tener que solicitar expresamente su intención de acudir a las urnas. Estamos hablando, pues, de un colectivo que nunca ejerce de forma masiva su derecho al sufragio, debido a que en muchas ocasiones ya nada tienen que ver con nuestro paraíso natural. Entre otras cosas, puesto que se ha concedido a generaciones cuya vinculación con la región es mínima y solo en función a que su padres o abuelos eran asturianos.
Sin embargo, es un voto que ha ido adquiriendo importancia por lo ajustado de los resultados. Digo más, los candidatos de los partidos mayoritarios no dudan en cruzar el Atlántico para intentar atraerlo durante la campaña. Dar un escaño a través de una circunscripción adicional sería aumentar su poder. Esto es, podría darse la circunstancia de que ese diputado de la Asturias exterior eligiese presidente o aprobase unos presupuestos durante la legislatura. ¿Es justo esto? O sea, que a quienes aquí residimos nos digan desde afuera cómo se tiene que gobernar Asturias. Yo creo que no. Que el emigrante tiene los mismos derechos que cualquiera ante las urnas, está fuera de toda duda. Ahora bien, tal parece que la creación de esa circunscripción obedece más bien a intentar obtener un rédito político. Adivinen a quién suele ir siempre ese voto de la emigración. Sí, son los socialistas quienes históricamente lo ganan.
@balbuenajm