Desde esta columna señalamos en su día el enorme error que cometió el equipo de Gobierno municipal. Me refiero a la abstención de Foro y PP en aquel Pleno de noviembre de 2023, donde se instó la declaración de Cimavilla y La Arena como zonas tensionadas para el alquiler. Algo, insisto, incomprensible para dos partidos que dicen defender la libertad de mercado y ser de centro-derecha. Posteriormente, en febrero de 2025, IU y Podemos quisieron extender esa declaración a todo el casco urbano gijonés. O sea, quien vaya a poner en arrendamiento su piso en nuestra ciudad, tendría que preguntarle el precio a la administración en base a un índice de referencia. Dicho de otra manera: una intervención del mercado en toda regla que fue rechazada. Ahora, para no caer en aquello de «sostenella y no enmendalla», los dos partidos gobernantes llevan una iniciativa conjunta al próximo Pleno. En concreto, rechazando lo que antes permitieron: que ambos barrios no tengan límites de rentas, a la postre, lo que implicaría esa declaración de mercado residencial tensionado. Para ello, ponen una serie de ejemplos (desde Cataluña a Berlín) donde la medida fue un fracaso. Esto es, acabó aniquilando la oferta de pisos en alquiler. Lo mismo que pasará también en Cimavilla y La Arena con los pocos arrendadores que todavía quedan. Digamos, pues, que el trabajo de expulsar a los propietarios será doble: lo que no haya hecho ya la fatídica Ley de Vivienda 12/2023, lo acabará rematando la declaración de zona tensionada.
@balbuenajm