Podemos aceptar que el crecimiento exponencial de los pisos turísticos representa un problema. Sin duda, afecta a la vida cotidiana en los barrios y, sobre todo, genera problemas de convivencia. No es raro que se utilicen como albergue del desmadre, para desgracia del resto de los propietarios del edificio. Por tanto, su regulación es necesaria. […]