El Plan Llave nació como respuesta municipal a la crisis de vivienda que estamos sufriendo. Es decir, la falta de oferta inmobiliaria que encarece los precios. La idea era poner a disposición de la iniciativa privada suelo para construir vivienda protegida. Sin embargo, esta misma semana supimos que dicha llave se ha cerrado. Al menos, de momento. Esto es, los primeros solares a licitar se retrasan debido a que a los constructores no le salen las cuentas. En otras palabras: no les resultan atractivos. Consideran que el módulo (precio máximo por metro cuadrado) de la Vivienda de Protección Concertada está demasiado bajo y piden subirlo. Miren ustedes, la vivienda protegida se hace interesante sobre todo en épocas de crisis. Así, por ejemplo, nació Nuevo Roces. Cuando en 2008 estalló la burbuja inmobiliaria y no se vendía nada, ese desarrollo fue el que permitió seguir construyendo. Ahora, sin embargo, la situación es bien diferente. Se vende absolutamente todo a ritmos increíbles. Por tanto, es mucho más interesante promover vivienda libre que subvencionada. En resumen, no es que el modelo propuesto desde el Ayuntamiento sea malo, sino que en este momento el mercado se encuentra en máximos históricos. La alternativa, propuesta desde la consejería de Vivienda del Principado, es que la administración haga de constructor y promotor. O sea, cederle los solares municipales y que la quebrada empresa pública Sedes suplante a la iniciativa privada. Gestión, sin duda, que acabaríamos pagando todos con nuestros impuestos.
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@balbuenajm