Yo siempre vi al metrotrén como un regalo: el que hizo un ministro asturiano a su ciudad. Si recuerdan, la idea de Francisco Álvarez-Cascos fue acogida con gran sorpresa y escepticismo. Vamos, que nadie esperaba que de la noche a la mañana Gijón tuviese circulando trenes por sus entrañas. En cierta manera, la proposición fue tan inaudita que cogió con el pie cambiado. Surgieron un montón de trazados alternativos en numerosos debates ciudadanos, mientras que algunos aseguraban que los edificios se iban a caer. Había quien planteaba trenes lanzadera para comunicar a los pasajeros con El Humedal, mientras que otros pedían con insistencia su llegada al Hospital de Cabueñes. El problema, como a quien le regalan un móvil de última generación, es que el proyecto nunca se supo manejar. Los ritmos entre administraciones eran tan diferentes que Fomento se apresuró en acabar el túnel, pero el resto de la obra continuaba inmóvil. Yo diría casi que a verlas venir. Nadie tenía claro lo de la estación intermodal (dónde, cuándo y de qué manera se iba a hacer), o lo de las paradas (cuántas), o cómo se iba a financiar (sistema público, privado o mixto). En resumen, la historia del metrotrén no ha sido más que una decepción constante. Si en aquellos tiempos de bonanza se hubieran hecho las cosas de otra manera, ahora tendríamos un soterramiento ferroviario. Sin embargo, el síndrome asturiano -el que alarga las infraestructuras hasta la eternidad- llegó y ya nada va a ser lo que fue. Fomento plantea ahora una versión recortada de 1,2 kilómetros, una parada en plaza Europa y que la estación provisional pase a ser definitiva. Eso sin poner ni un solo euro, porque el dinero tiene que salir de la venta de solares en un mercado inmobiliario hundido. ¿Cuándo se empezó a joder el metrotrén? Cuando los rifirrafes políticos, la falta de liderazgo y desidia en general se adueñaron por completo del proyecto. ¿Tiene arreglo? Sí, pero habrá que esperar diez años más.
Nota: el metrotrén nació en el 2003 y, según fuentes tan poco fiables como el Ministerio, se acabará en 2020; ¿alguien se lo cree?