Según dice el Gobierno la crisis económica que estamos padeciendo tendrá forma de “U”. Es decir, estábamos en un nivel de crecimiento alto, bajaremos y luego volveremos a repuntar hasta volver a la situación anterior. Esto es, propiamente la forma de una “U”. Sin embargo, la oposición no utiliza la misma letra para describir nuestro futuro económico. Para ellos, esta crisis tendrá forma de “L”. O sea, caeremos en picado y luego nos mantendremos bastantes años con un crecimiento muy bajo. Bien, intentar predecir los efectos de la crisis con una sola letra es bastante complicado. Más que nada porque, como siempre se ha dicho, resulta de la combinación de varios factores. Así, por ejemplo, si tenemos en cuenta sólo la burbuja inmobiliaria aplicaríamos la forma de una “I”, porque, como está claro, se ha producido una caída libre del sector. Si lo hacemos fijándonos sólo en el mundo financiero tendremos una “V”, porque, aunque ahora las restricciones al crédito son más que evidentes, algún día se levantarán. Y si, vemos la crisis sólo desde el lado de la inflación, tendrá forma de “M” puesto que los precios del petróleo (que no de la gasolina) unos días suben y otros bajan. Ahora bien, seguro que se preguntarán ustedes qué letra deberíamos utilizar si seguimos sumando a la limón todos estos factores como hasta ahora. Hombre, pues entonces, yo les recomendaría directamente que cogiésemos una “C” , porque, ciertamente, vamos a ir de culo.
No obstante, para el ministro de Economía, Pedro Solbes, la crisis tiene forma de abecedario entero, puesto que, al igual que la Real Academia, «limpia, fija y da esplendor». No se le ocurrió otra cosa que decir «si entrar en recesión sirve para limpiar la economía, probablemente la situación no tendrá mayor importancia» y, por supuesto, ante semejante patada verbal, posteriormente tuvo que rectificar. Como ven, todo es del color del cristal con el que se mira: te puedes quedar sin trabajo, o no pagar la hipoteca, o ver cómo tu empresa quiebra; pero, por lo menos, vas a quedar bien limpio, ¿no?