A diferencia del debate que tuvo lugar en diciembre con los mismos partidos, esta vez sólo estaban presentes tres candidatos en lugar de cinco. Faltaba uno debido a la coalición entre IU y Podemos, y otro ante la incompresible ausencia de Ciudadanos. Dicho esto, el debate en sí fue vivaz. Rápido y con múltiples refriegas entre los participantes. Más concretamente, Vicente Álvarez Areces fue el que más estopa repartió. El ex presidente asturiano le tenía muchas ganas a Podemos y eso se vio desde el minuto uno. Álvarez Areces no olvida que la formación morada lo ha tenido en el punto de mira durante toda legislatura. Recuerden que el portavoz en la Junta de Podemos, Emilio León, llegó a decirle a Javier Fernández: «Si no le echan ustedes lo haremos nosotros». Refiriéndose, claro está, a la presencia en la lista al Senado de Areces. Con todo este bagaje, se esperaba que Lluis Miguel Orviz -el número dos por Unidos Podemos – le atacase de forma contundente. Sin embargo, fue al revés. Areces hizo de un ataque continuo la mejor defensa, llegando incluso a anunciar medidas legales contra los carteles electorales de Podemos. Es más, metió en problemas a Orviz al reprocharle sus conocimientos sobre determinadas materias. Rosa Domínguez Posada, de PP-Foro, estuvo mucho mejor que en diciembre. El ser ya senadora parece haberle sentado magníficamente. Ahora bien, se pasó todo el debate justificando a qué parte de la coalición pertenece. Es decir, que ella no es del PP y sí de Foro. En este sentido, incluso llegó a mostrar el acuerdo firmado entre ambos; mientras que Álvarez Areces no paraba de jactarse de que Ovidio Sánchez le tenía miedo. Sin duda, el senador del PP –el más votado paradójicamente el pasado 20-D- ni está ni se le espera. En general, tenemos que dar como vencedor a Álvarez Areces por una sencilla razón: llevó en todo momento la iniciativa. Marcó el ritmo y se dedicó a chinchar a sus contrincantes. Eso sí, no fue una diferencia tan abultada como la de hace seis meses. En aquella ocasión, resultó abrumadoramente desigual. En ésta, no tanto.