Creo que la imagen de la banca no va a salir muy bien parada de esta crisis. Es más, pienso que quedará muy tocada. Digamos que a pocos sectores se le han dado tantas facilidades (15.000 millones de euros a su disposición), y han aportado tan poco en tiempos difíciles para la economía. Tal es el tema, fíjense, que algunas entidades ya hacen anuncios a doble página mostrando el dinero que prestaron. Ahora bien, de poco sirve eso. La banca está cometiendo una serie de pecados que, al ciudadano corriente, no se le van a escapar en absoluto. Veamos algunos de ellos.
¿Me ha bajado efectivamente el tipo de interés de la hipoteca? Pues, puede que sí, o puede que no. Depende. Si ésta estaba firmada acogiéndose al euribor notará una bajada, pero, desgraciadamente, no la que esperaba. Ya verán como aparece alguna cláusula para mantenerla por encima del 5 por ciento. Si estaba firmada a IRPH (Índice de Referencia Hipotecaria), cosa, por otra parte, muy normal hasta el 2003 aproximadamente, le subirá hasta el 6,20 por ciento y, si pide cambiar al euribor para bajarla, le dirán directamente que no.
Si por un milagro consigo una hipoteca, ¿a qué tipo me la darán? Pues, a auténticas burradas. Puede que le ofrezcan hasta euribor más el 2,5 por ciento. Con lo cual, otra vez, el tipo sobrepasará el 6 por ciento con creces. Para que se den una idea, la sociedad Gijón al Norte que gestiona el plan de vías en la ciudad, ha firmado un crédito sindicado para llevar a cabo el proyecto. Según el concejal de Urbanismo su tipo fue de euribor más el 1,5 por ciento (5 por ciento, aproximadamente). Piensen lo siguiente. Si eso se lo dan a tres administraciones públicas y con la garantía de solares que se tasan en 253 millones de euros, ¿qué no le aplicarán a un ciudadano corriente y moliente?
Entonces, ¿los productos de deposito estarán bien remunerados? Pues, no. Se van a encontrar con plazos fijos bastante inferiores al 2 por ciento. Y, la excusa para esta débil capitalización, es que el euribor está bajo. Es decir, no pueden pagar más porque, en teoría, prestan a tipos cercanos al 3,5 por ciento. Tururú, como les acabo de demostrar. Obsérvese, por tanto, la diferencia entre lo que dan por el dinero y al tipo que lo prestan. Sorprendente, ¿no?