>

Blogs

Jose Manuel Balbuena

RETORCIDA REALIDAD

Un rayo de sol.

A veces se ven iniciativas que dan lugar a la esperanza. Me refiero a cosas como la siguiente. Un grupo de ingenieros, geólogos y ex trabajadores de la Unión Europea están tratando de promover un «lobby». Un grupo de presión que tratará de convencer a políticos e instituciones sobre la apertura de ejes comerciales para El Musel. Según sus cálculos, el deshielo del Ártico y las nuevas condiciones geopolíticas, podrían poner a nuestro puerto en una posición interesante a la hora de captar tráficos. Eso sí, hay que moverse. El modelo de referencia sería Ferrmed: otro «lobby» creado con éxito por la iniciativa privada para promover el movimiento de mercancías desde el Mediterráneo hasta Noruega. En principio, los integrantes de esta nueva plataforma están de acuerdo en que hay que hacer algo y que «Asturias no puede quedar impávida». Hasta ahí, digamos, lo bueno. Lo que siempre venimos reclamando desde esta misma columna: que la sociedad civil se mueva y sea la que influya en la política. No al revés, como siempre acabando pasando. Sin embargo, todo este movimiento tendrá que luchar contra todo un gigante: la burocracia. Sin duda, El Musel se ha vuelto demasiado burocrático. Debido a su abultada deuda financiera las decisiones ya no se toman aquí, sino en Madrid. Algo que es palpable y vemos en cada proyecto que se quiere realizar. Tomen si no como referencia lo que pasó con la sede histórica de la Autoridad Portuaria, sita en El Muelle. Resulta que un inversor había ofrecido alquilar el edificio, para posteriormente acondicionarlo como un hotel de cinco estrellas. La idea, sin entrar en profundidades, es buena. Sería estupendo para Gijón contar con un tipo de alojamiento que no tiene, y el propio Puerto pondría en valor un inmueble que se deteriora ante el paso del tiempo. Ahora bien, en Puertos del Estado se resisten. Entienden que es necesario vender –pese a que no se encuentra comprador desde marzo del año pasado- invocando no sé qué ley o reglamento; tal y como dijo su presidente, José Llorca. Pues bien, me resulta complicado que los burócratas que rigen El Musel capten lo que está pasando: que el mundo cambia a ritmo de vértigo. Más bien, ya lo verán, acabarán viendo a este grupo de presión como una amenaza. Entenderán que es algo incompatible con su omnímodo poder y harán dos cosas: o bien lo ignorarán, o bien lo combatirán directamente. Y pese a que esta iniciativa representa un rayo de sol en la más profunda oscuridad, lo tienen bastante difícil.

Temas

Por JOSE MANUEL BALBUENA

Sobre el autor

Economista y empresario. Colaborador de EL COMERCIO desde hace ya muchos años. Vamos, un currante en toda regla


octubre 2016
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31