A Xixón Sí Puede (XSP) le ha tocado ser el juez de esta legislatura municipal. Al menos, eso dice la aritmética del Consistorio. En su mano está que se apruebe o no lo que se propone en el Ayuntamiento. Por ejemplo, negó su apoyo al presupuesto el año pasado y ahora estamos en prorroga. En cambio, ha dicho sí al nuevo Plan General de Ordenación (PGO) –tras negociar y meter sus condiciones, claro- y ahí está sacándolo adelante. En el caso concreto del proyecto presupuestario que nos ocupa, no cabe duda de que su voto es definitivo. No existe otra opción para Foro que pactar con XSP. Sin embargo, y he aquí la sorpresa, de ninguna manera es condición suficiente. Es decir, puede que Foro llegue a un acuerdo con el grupo municipal y las bases del partido lo tiren. Así, por lo menos, lo ha dicho su portavoz, Mario Suárez del Fueyo, en una reciente entrevista: «Ahora decimos no a los presupuestos, pero lo mejor para Gijón es que los haya. Abriremos un proceso asambleario». Cosa –la negativa inicial, me refiero- que en modo alguno debe sorprender. En este tipo de negociaciones, hasta el último momento todo el mundo se guarda sus cartas. Niega el apoyo para después, tras un proceso de tira y afloja, aceptar las cuentas vendiendo así una cierta victoria política. Los distintos grupos fijarán su postura respecto al presupuesto a última hora, o sea, a finales de diciembre. Hasta ahí, digamos, normal. Lo anómalo y diferente es que esto tenga que ser ratificado en un proceso asambleario. O sea, que el presupuesto municipal –necesario a todas luces tal y como reconoce Del Fueyo– tenga que pasar a la fuerza por semejante tamiz. Yo pregunto, ¿tienen la suficiente información y criterio las bases de XSP para decidir el voto de sus seis concejales? Si, siguiendo la tradición, esta formación abre la consulta a todo tipo de ciudadanos, no sólo militantes, ¿es lógico pensar que se vote con la cabeza y no con el corazón? ¿Es correcto que casi 230 millones de euros dependan de filias y fobias? Lo mismo podríamos decir de la fase en la que está el PGO. En la actualidad, empezando el estudio de las alegaciones presentadas. Un momento crucial y donde se puede transformar radicalmente lo inicialmente aprobado. Vuelvo a preguntar: si en XSP van a tener también que tomar decisiones importantes, ¿tendrán que ser sometidas de nuevo a una asamblea? Cada vez que se acepte o rechace una alegación, ¿lo van a tener que consultar con militantes y simpatizantes? Entonces, ¿para qué sirve ser concejal de XSP si su poder de decisión es nulo?