El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley para la financiación de RTVE. El mismo, como era de sobra conocido, elimina la publicidad en la cadena pública. Lo que faltaba por saber era de dónde saldrían los más de 500 millones de euros que ingresa la corporación por este concepto. Pues bien, se cuadrarán números en base a uno: Presupuestos Generales del Estado, dos: las televisiones privadas contribuirán con un 3 por ciento de sus ingresos, y tres: las empresas de telecomunicaciones deberán pagar también un 0,9 por ciento. Lo cual -respecto a esto último- significa en la práctica que subirán las tarifas telefónicas y de conexión a Internet. Los más de cien operadores que hay en España lo han dejado bien claro: si tenemos que pagar casi un 1 por ciento de nuestros ingresos para sostener TVE, se lo trasladaremos directamente al consumidor. Por tanto, ya sabemos quién pagará toda esta subvención (sí, claro, es que lo es) a las cadenas privadas: usted y yo.
Ah, por cierto, el Gobierno también decidió elevar en un 20 por ciento la contribución de TVE al cine español. No digo más…