En un escueto auto, el juez decano de Gijón, Juan Laborda, ha imputado al ex arquitecto jefe del Ayuntamiento. Como saben, Ovidio Blanco, hizo una serie de compraventas de una parcela (la de la foto) en la parroquia de Cabueñes con fabulosos resultados: ganó cerca de 600.000 euros. Ahora, después de que la Fiscalía le remitiese un informe, Laborda considera que los hechos «revisten, a priori, caracteres de delito o delitos contra la administración pública». Es más, señala que «al menos indiciariamente» parece un soborno entregado por una empresa (ganó 5 millones con la finca, por cierto) a cambio de información privilegiada de futuras recalificaciones y tráfico de influencias. Pues bien, el 5 de agosto Blanco tiene que ir a declarar con lo que se prevé un verano revuelto. Piensen que estamos ante el mayor escándalo urbanístico en una ciudad, por cierto, que ha llevado a gala el no tener ninguno. El «culebrón Blanco», desde el punto de vista judicial, acaba de empezar y sus consecuencias pueden ser infinitas: desde paralizar el plan parcial de Cabueñes a, quién sabe, llevarse por delante algún cargo.
Por otra parte, comentarles una cosa. Parece que el juez no quiere interferencias de ningún tipo. Rechaza la personación como acusación particular al Partido Popular y la Plataforma Ciudadana contra el Muro de Cabueñes, imponiéndoles, para ejercer la acción popular, una fianza de 12.000 euros. Tengan en cuenta lo siguiente: a IU cuando quiso ir contra la macrourbanización de «El Pocero» en Seseña les pedían 6.000 euros. En fin…