>

Blogs

Jose Manuel Balbuena

RETORCIDA REALIDAD

La milonga.

Sí, en Madrid pasan de nosotros. Se la trae al pairo todo lo que nos pasa. El último ejemplo: el viaje del consejero de Industria, Francisco Blanco, para pedir que se legalice la planta regasificadora de El Musel. Por cierto, tiene bemoles que tenga que ir a suplicar, casi implorar, que le den uso a una instalación que costó 380 millones de euros y lleva parada desde el 2012. Pues bien, las declaraciones del ministro de Energía, Álvaro Nadal, fueron insípidas como una comida sin sal: vamos a «buscar vías», dijo. Ya, pero, ¿cuáles? ¿A qué se compromete el ministerio? ¿Qué va a hacer para arreglar este desaguisado? Como todas las comparaciones son odiosas, vamos a poner una. El 27 de mayo de 2016 el Gobierno, ojo, en funciones, legalizó en Consejo de Ministros la planta de regasificación de Reganosa en Mugardos (La Coruña). Lo hizo «de manera excepcional» y para «no poner en riesgo el suministro de gas natural de España y Portugal». Dicho en otras palabras: se la excluye del trámite de evaluación de impacto medioambiental porque así conviene y punto. En cambio, la regasificadora de El Musel no tiene amigos. Es como si no le interesase a nadie. Al no conectarse con los gaseoductos de la red nacional –clave del asunto- tampoco hay ninguna prisa en ponerla en funcionamiento. Ni siquiera a la empresa Enagas -propietaria de la instalación y a quienes todos se la estamos pagando vía recibo- parece importarle mucho. Volvamos al tema. De nuevo, un ministro nos da largas. Nos despacha con buenas palabras y nada más. Lo suyo, digo yo, es que ante la visita del consejero asturiano, Álvaro Nadal hubiese expuesto de forma detallada un plan de acción. Las medidas que va a tomar y el plazo para ejecutarlas. Pregunto, y si la entrevista hubiese sido con el «conseller d’Indústria de la Generalitat de Catalunya», ¿le trataría igual? ¿Le daría hechos o sólo palabras? Lo mismo pienso yo. Por tanto, esta es la segunda vez que nos torean en poco tiempo. La primera fue con la llegada a nuestra ciudad del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, que vino para hablar del plan de vías sin nada. Esto es, sin un mísero papel con el cual empezar a discutir. Ahora, por lo visto, desde el ministerio se han acogido a la milonga de un tren del Cantábrico. No sé, creo que para tenernos entretenidos. Me parto. ¿Un AVE del Cantábrico? Si los túneles que nos unen con la meseta no se terminarán, Dios mediante, como poco hasta finales del 2018, ¿a qué viene eso de que el corredor está en los planes de Fomento? ¿De verdad alguien se lo va a creer? Nos mean y dicen que llueve.

Temas

Por JOSE MANUEL BALBUENA

Sobre el autor

Economista y empresario. Colaborador de EL COMERCIO desde hace ya muchos años. Vamos, un currante en toda regla


febrero 2017
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728