Del documento que ayer presentó el Gobierno para negociar con los partidos políticos dos medidas llaman la atención. La primera se refiere al impulso que desde el Ejecutivo se quiere dar a la rehabilitación de viviendas y la segunda, en una línea parecida, pretende reformar edificios públicos para hacerlos más eficientes energéticamente. Bien, lo que sorprende, digo, es que siempre creíamos que el nuevo modelo económico iba a abandonar la construcción como motor. De hecho, se pusieron todas las medidas –subió la tributación de las plusvalías inmobiliarias y, a partir del año que viene, se eliminan las deducciones a la compra- para que así fuera. Sin embargo, a la hora de la verdad se la sigue añorando. Sus planes estrella –obsérvese el plan E de obras municipales o el fomento de la vivienda de protección- siempre vuelven a un sector que dejó más de un millón de empleos durante la crisis. Pero, en fin, analicemos un poco más lo que ahora se nos propone.
A la rehabilitación de vivienda se le quiere aplicar dos incentivos. Por un lado, bajar su tipo de tributación del IVA al reducido y, por otro, que sea deducible fiscalmente. Ambas medidas, a mi juicio, lo que hacen es fomentar la compra, puesto que, a todas luces, si no puedo deducir por el hecho de adquirir una vivienda, lo hago por rehabilitarla. Olvidados quedan, pues, los tiempos donde se quería cambiar al modelo europeo del alquiler tal y como se dijo. Según el Gobierno se crearán 350.000 puestos de trabajo en dos años. Francamente, lo dudo.
Pero si, como les dije, la reforma de la rehabilitación encierra un contrasentido en sí, la de remodelar edificios públicos para hacerlos más eficientes energéticamente también. Observen que hacer obras en 2.000 inmuebles (1.000 de la administración central y 1.0000 de comunidades) requiere una cantidad ingente de recursos, pregunto, ¿no estábamos en lo de recortar gastos? ¿De dónde saldrá el dinero? ¿Sucederá acaso como con las sedes judiciales que cíclicamente –véanse los casos de Gijón y Oviedo- tienen que volver a hacerse? Según la ministra Salgado el coste se compensará con el ahorro energético. Francamente, lo vuelvo a dudar.