Durante el pasado Pleno nuestro Consistorio tuvo uno de esos días malos. Me refiero a esos momentos en los cuales, sin lugar a dudas, no conecta con la ciudad. Sus inquietudes fueron por un lado y la de los gijoneses por otro. O dicho de otra forma: lo que allí se trató interesa más bien poco a la gran mayoría de ciudadanos. Como digo, el pasado jueves el tema estrella para nuestros ediles fueron las corridas de toros. En concreto, la propuesta de realizar una consulta sobre las mismas. Xixón Sí Puede (XSP) pretendía formalizar un referéndum sobre el uso de las instalaciones municipales para la celebración de festejos taurinos, ante la imposibilidad legal de prohibirlas directamente desde el Ayuntamiento. Lo que equivaldría, por cierto, en el caso de aplicar un voto negativo ciudadano, a su abolición por la puerta de atrás. Si se impide el uso de la plaza de El Bibio para estos fines, ya me dirán dónde se va a celebrar la Feria de Begoña. IU, en cambio, se negó a ello pues considera que «el maltrato animal no puede ser sometido a consulta», mientras que el PSOE votó a favor. División otra vez en la izquierda. Vueltas y más vueltas sobre lo que ya se había tratado en ocasiones anteriores. Venga a sobar argumentos de unos y otros. Dimes y diretes para que, al final, el intento de llevar a cabo un referéndum tan singular, acabara tumbado. Pregunto, ¿de verdad es éste el debate que nos importa para el último Pleno ordinario del año? Y de unos presupuestos que van a ser prorrogados y se están negociando al ralentí, casi con absoluta desgana, ¿por qué nadie habla si afecta mucho más a la vida diaria? ¿Realmente las corridas de toros son algo que preocupe tanto, o más bien, el que quiere va (o no) y punto? Por otra parte, tendría bemoles que ésa fuese la primera consulta que se hiciese en Gijón. Mira que ha habido temas relevantes, casi graves, y nunca nadie tuvo la más mínima intención de preguntar nada. Sin ir más lejos, la última gran polémica en esta ciudad estuvo en la ubicación de la estación intermodal del plan de vías. Si situarla a la altura de Moreda, como en el plan original, o en las inmediaciones del Museo del Ferrocarril, como finalmente se hizo. ¿Ustedes vieron que algún grupo –especialmente XSP al que esto le encanta- propusiese someterlo a votación? ¿No es mucho más lógico que, en caso de usar este mecanismo, sea para cuestiones trascendentales y que condicionen nuestro futuro? ¿Cumple eso lo del debate taurino o, en cambio, tal parece que ya sea casi un mantra? Vuelvo a repetir: día chungo –con alevosía, diría yo- el que tuvo la política gijonesa.