No sé si estás bien informado de lo que pasa en tu partido aquí, en el paraíso natural, en Asturias. Quizás creas, con una cierta dosis de ingenuidad, que los problemas se resuelven solos. Algo así como cuando, después de colgarse el ordenador, lo apagas y luego vuelve a funcionar. Tu partido, insisto, Mariano, está pasando por una de las peores épocas de su historia. El panorama que se ve a siete meses de elecciones es como el del mismísimo incendio de Roma. Eso sí, haciendo tú de Nerón. Hace pocos días, sin ir más lejos, el grupo parlamentario dio un espectáculo lamentable: perdió una votación por la ausencia de su Presidente. La cara del diputado que se presentó ante los vecinos de El Bao para dar explicaciones, era todo un poema. Pero, además, los exabruptos y cuchilladas son constantes. El alcalde de Oviedo acusó a los partidos de Álvarez Cascos de utilizar casi métodos de la «kale borroka», la indignación de éstos, por supuesto, no se hizo esperar. En fin, como ves, un devenir nada halagüeño.

Te recuerdo que los socialistas ya están en campaña. Andan hablando de obras públicas, el carbón, los gastos sociales… sin que tu partido les dé respuesta, porque, entre otras cosas, no tiene candidato. En fin, no sé qué piensas de todo esto. Las manifestaciones que escuchamos –las de tu directiva, más bien- nunca dicen absolutamente nada. Parece ser que el propio Cascos te presentó un plan. Bien, acéptalo o deniégalo; pero haz algo. Tus militantes y simpatizantes necesitan una señal clara por tu parte. Si sigues esperando lo que te vas a encontrar, no es ya una fractura irreversible, sino las ruinas de un partido. Una organización totalmente desacreditada ante los asturianos que, una vez más, perderá la oportunidad de ganar las elecciones.

Como ejemplo de lo que te pasa con el Partido Popular asturiano, mira este chiste de Forges. Al final, a los ingenuos, siempre se la acaban metiendo…