La sesión monográfica sobre el desempleo en el Congreso dio para poco. Bueno, sí, para constatar una cosa: no se ve la luz al final del túnel. Zapatero comentó que la recuperación es todavía muy débil y anunció la creación de un «plan de acción» para reactivar la economía. Y van ya, no sé, ¿un centenar? ¿Doscientos? Recuerden que por el camino se han quedado, desde una ley de Economía Sostenible, hasta la reforma laboral que se muestra incapaz de atajar esta sangría. Si algo debería tener claro el Gobierno es que, a base de medidas sin chicha, esto no se arregla. Se necesitan decisiones de calado como ocurrió con el déficit. Pregunto, ¿alguien cree que se hubiera podido reducir en casi dos puntos sin rebajar el sueldo de los funcionarios? Yo pienso que tampoco, y si el Gobierno quiere de verdad reactivar la economía, tendrá que hacer cambios estructurales. Ni más, ni menos.
Sin embargo, Rajoy dejó claro que no pensaba pactar nada hasta final de legislatura. Esto es, las medidas de calado que antes reclamaba no van a ser apoyadas. Por tanto, de cumplirse el mandato hasta final de legislatura veremos como nuestra agonía continua. Lentamente, como un orbayu que deja empapado. En fin, el termómetro de las elecciones autonómicas y municipales está ahí. Una vez analizados sus resultados sabremos si, al final, se puede continuar un año más.