Cuando yo era pequeño había muchos chistes sobre la playa. Historias absurdas que nadie creía y que venían a recalcar el carácter guasón de nuestra ciudad. Por ejemplo, había uno que decía que se iban a llevar el mar para Oviedo en vasos. Como digo, cosas que ni el más tonto de nuestro Gijón del alma daba un euro porque algún día se hiciesen realidad. Sin embargo, hete aquí que esta crisis del coronavirus ha resucitado ese humor gijonés del que hablábamos. Esta vez sí, para llevarlo a la práctica con todas las consecuencias. Si alguien nos hubiese dicho que nuestro Ayuntamiento iba a poner «acomodadores» para las playas, ¿le hubiésemos creído? ¿No pensaríamos que nos estaba tomando el pelo? Pues es lo que empezó a funcionar ayer, como forma de controlar los accesos a los arenales en tiempos de pandemia. Aunque el día no invitó mucho a disfrutar del sol, los «acomodadores» ya empezaron a hacer su trabajo. Esto es, a decirle a la gente qué parcela le corresponde en usufructo, guardando siempre la distancia de seguridad con respecto a otros usuarios. Para esta labor, se ha contratado a la empresa que ofrece el servicio de serenos por 260.000 euros de presupuesto. Será realizada durante la temporada de baños (hasta el ocho de septiembre) en los arenales de San Lorenzo, Poniente y el Arbeyal. Algo que no va a resultar nada sencillo, como pueden suponer.
Desde luego, su función no va a ser como en los cines o teatros. Aquí no hay una entrada comprada y, linterna en mano, te llevan a la butaca correspondiente. Más bien, tendrán alguna que otra bronca porque no va a ser nada fácil prohibirle el acceso a la gente por mucho que lo indique una aplicación, si el aforo máximo permitido resulta estar completo. O a ver quien le dice, con lo quisquillosos que somos, que se tiene que poner aquí o allí, cuando el mejor sitio ya esté ocupado por otras personas. O a ver como, en pleno mes de agosto, se van a poder respetar las distancias entre usuarios, sin que aquello acabe en una especie de algarada playera. Fíjense en los líos que cada año tienen los socorristas para que se respeten las condiciones del baño, así que imagínense lo que puede pasar con esta figura creada «ad hoc» que necesitará apoyarse en la policía local. Sin duda, va a ser este un verano de postal. Gente paseando con mascarillas por El Muro, mientras que unos señores con uniforme y patinete controlan lo que puedes hacer en el arenal.
@balbuenajm