Sin duda, la Empresa Municipal de Transporte Urbano (EMTUSA) es la más afectada de todas las públicas de Gijón por la pandemia. En concreto, se calcula que va a tener 7.235.000 viajeros menos que el año anterior. Eso se traduce en unas pérdidas de 4,68 millones de euros. Todo esto se dijo en el consejo de administración de la empresa la semana pasada, donde se expusieron también las razones. En concreto, se atribuyó a la gratuidad del servicio en el confinamiento durante dos meses (14 de marzo al 14 de mayo), el que los autobuses tuviesen que reducir su capacidad por el coronavirus y, lógicamente, que la movilidad se vio bastante reducida en ese periodo. Sin embargo, para nada se habló de una decisión estratégica que pesa como una losa: la bajada del precio del abono. Mientras que el resto de los servicios municipales subía a uno de enero (la ORA, las tasas por utilización de instalaciones o el agua que bebemos), de forma sorprendente el abono de transporte bajó 12 céntimos. Esto es, pasó de 82 a 70 céntimos. Las razones que se aducían era querer fomentar su uso en la ciudad, cosa que, aunque por motivos distintos, no se ha producido. En cualquier caso, esta decisión, si el año fuese normal, hubiese costado a nuestros bolsillos 2,3 millones de euros. O sea, más o menos el resultado de multiplicar los 12 céntimos por 19.170.000 viajeros que se esperaban para 2020. A eso se le llama «disparar con pólvora del rey».
También resulta sorprendente el dato de absentismo que se dio en el consejo. Durante el tiempo del estado de alarma estuvo sobre el 25% de media, con picos de hasta el 60%. La plantilla de EMTUSA era de 310 personas a 31 de diciembre de 2019. Hubo días, pues, durante el confinamiento que sólo fueron a trabajar 124. Díganme qué empresa privada puede soportar esta situación sin entrar directamente en quiebra. Imagínense si estas mismas cifras las hubiese presentado el sector sanitario, en plena lucha contra el virus. ¡Menudo desastre! En Arcelor-Mittal el absentismo de las plantas asturianas se encuentra alrededor del 5,3% para 5.000 trabajadores, en nuestra empresa de transportes está por encima del 8% anual. Como digo, toca reinventarse y adaptarse a los tiempos. De nada vale tapar los agujeros con aportaciones del Ayuntamiento a final de ejercicio, sin querer ver el fondo del asunto. Se necesita una mejora en la gestión del transporte público en Gijón o acabará siendo un pozo sin fondo.
@balbuenajm