Los populares, al igual que una cédula, no paran de dividirse. Si primero lo habían hecho por la salida de Cascos y consecuente creación de Foro Asturias, ahora es por la candidata del 20-N. Mercedes Fernández, la elegida como cabeza de lista, no cuenta con el apoyo del PP gijonés. Es más, dicen que en el comité electoral no tenían la información necesaria para evaluar su candidatura. Francamente, como si no conocieran a «Cherines». Recordemos que la antipatía política entre ésta y la presidenta local, Fernández Pardo, ya viene de lejos. Supongo que ahora –cuando en Gijón ven que su jefa puede quedarse fuera de la lista- el tema habrá ido en aumento hasta rozar límites insospechados.
En todo caso, estamos viendo un Partido Popular a la deriva. Después de la debacle que supusieron las autonómicas y locales, nadie ha movido ficha. Mariano Rajoy, como siempre, no se planteó, ni cambiar a los responsables; ni mucho menos la renovación. En la candidatura al Congreso, fíjense, hasta se había barajado con fuerza la posibilidad de Ovidio Sánchez. Esto es, los mismos haciendo lo de siempre eternamente aunque sea con la mitad de los votos. Me parece fascinante que un partido ignore de esa manera el mensaje que lanzó el electorado. A este paso, sin duda, volverán a escuchar otro más fuerte y sonoro durante las Generales.