Si las cosas siguen el camino previsto, en 2021 hablaremos más sobre cuestiones económicas que sanitarias. O sea, esperamos que con la llegada de la vacuna el virus vaya dejando de tener protagonismo en nuestras vidas. Por cierto, ya tuvo bastante. Así, Gijón tiene que recuperar (incluso aumentar) su pulso económico. Es decir, esta ciudad no puede ser solo para pasear por el «Cascayu» del Muro, sino que tiene que trabajar. Crear empresas y dinamismo para que, entre otras cosas, no pierda población. Sin embargo, el panorama que deja la pandemia no es muy atractivo. Multitud de pequeñas empresas están tocadas y con ellas sus puestos de trabajo. Hablo naturalmente del sector de la hostelería o comercio, pero también la gran industria (Arcelor) acusa esta crisis que todavía no hemos sentido en todo su esplendor. Nuestro Ayuntamiento, pues, debe colaborar en hacer fácil la vida de los emprendedores. Esto es, reducir esa burocracia que muchas veces marchita las ideas. Además, tiene que ir cerrando temas como el de la ampliación del parque Científico y Tecnológico. Este año debe materializarse la redacción del plan especial y el proyecto de urbanización con objeto de comenzar las obras. En otras palabras, desde instancias municipales no sólo se tiene que ayudar mediante subvenciones (que también), sino creando las condiciones adecuadas para que la vida económica florezca. Desde luego, si queremos tener un futuro, no queda otra.
En este sentido, da cierta envidia lo que están haciendo en el vecino concejo de Siero. En su día, pusieron las condiciones adecuadas para que la multinacional Amazon se implantase. Dicho de otra manera: redujo el papeleo para que abriese una nave en Meres. Ahora, tal y como adelantó El Comercio este pasado domingo, está negociando su ampliación en el polígono de Bobes con la adquisición de 171.963 metros. Lo cual, dicho sea de paso, se traduciría en más de un millar de nuevos empleos. En Siero, repito, tienen dos cosas que no hay en Gijón. Un polígono acabado y en condiciones para albergar empresas (compárenlo con la situación de nuestra Zalia), junto con un Ayuntamiento que entiende y busca la captación de inversiones (¿cuántos incentivos tiene el Consistorio gijoneses para esto?). Recuerden que las empresas que allí se radican gozan de una exención de impuestos municipales durante un tiempo determinado. La pregunta es, ¿y por qué no lo hacemos aquí?
@balbuenajm