En realidad, el resultado ya estaba dado de antemano. Por una vez, las encuestas no se equivocaron: el Partido Popular obtuvo una mayoría absolutísima, mientras que los socialistas se hundieron. Algo que era perfectamente previsible porque estaba en el ánimo de la calle. De ello, del bajón del PSOE, se beneficiaron claramente otros grupos que consiguieron resultados estupendos. Ejemplo, IU pasa a tener 11 diputados o UPyD con 5. Éste también es el motivo de que grupos como CIU hayan conseguido ganar unas generales en Cataluña después de 30 años. En resumen, a nivel nacional la lectura a realizar era fácil, porque, simplemente, no hubo ninguna sorpresa.
Sin embargo, en Asturias la cosa fue diferente. Ganó el Partido Popular pero perdiendo votos. Igual que el PSOE que mantuvo el tipo bastante bien pese a tener por encima de 140.000 votos menos. Por su parte, IU volvió a recuperar el famoso escaño de “La Pasionaria”, algo, claro está, que tiene también su valor simbólico. Mención aparte, merece el resultado de Foro. En cuanto a lo bueno, hay que decir que por primera vez un grupo distinto de los tres tradicionales está en el Congreso. Eso es un hito innegable. Es más, a nivel nacional casi todos los que consiguieron escaño son nacionalistas. No obstante, entre los votantes de Foro predominaba más la decepción que otra cosa. Las expectativas eran más altas. Si leemos la letra pequeña de estos comicios vemos que en Avilés han perdido un 40% de los votos, o 12.000 en Gijón pese a tener la alcaldía. Quiero decir con esto que además de ser unas elecciones muy difíciles para un grupo regional, ha habido un cierto voto de castigo. Foro ha resultado también penalizado por sus acciones de gobierno. El Niemeyer, por ejemplo, en el caso de Avilés, le ha pasado factura. Entiendo que deberán recapacitar sobre estos resultados.