Y a la vista de la foto, la verdad, también ahoga. Es el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Junker, quien tiene agarrado por el cuello al ministro de Economía, Luis de Guindos. Como ven, se lo toma de manera afable, hasta incluso sonríe, pero lo cierto es que el objetivo de déficit marcado por el Ejecutivo no cuela. Exigen que para 2012 sea del 5,3% y no del 5,8 como había sido anunciado. O sea, 5.000 millones de euros más y, en total, habrá que recortar sobre unos 35.000. Casi nada. La pregunta, obviamente, es si el ejecutivo de Mariano Rajoy lo asumirá. Si cuando unilateralmente se saltó el 4,4% pactado en un gesto que fue tachado de rebeldía, ahora, ¿qué hará? Y en caso de ser así, ¿a quién afectará? ¿Al propio Estado o a las autonomías? Francamente, tengo mucho interés por ver cómo serán los presupuestos generales. Sibilinamente se van a presentar después de los comicios andaluces, más que nada, porque se espera que sean de aúpa. Un recorte de esta magnitud no va a dejar indiferente a nadie. Y empezando por el sistema autonómico que tendrá que rebajar el nivel de bienestar, siguiendo por el propio gobierno central que va a subir impuestos; mucho me temo que vamos a tener muy malas noticias. Quizás los sindicatos, en su huelga general para el 29-M, hayan visto motivo más que de sobra razones en la reforma laboral. Ahora bien, el ajuste que nos viene encima va a ser quizá más contundente que la propia reforma. No sabemos, pues, si las organizaciones sindicales habrán gastado ya buena parte de la pólvora.