Desde esta humilde columna ya lo habíamos advertido. Teníamos mucha curiosidad por ver la programación que iba a ofrecer Vox en el área que controla. A la postre, la concejalía de Festejos. Pues bien, no hubo que esperar mucho para echarse las manos a la cabeza. La edil multicargo, Sara Álvarez Rouco, ofreció una rueda de prensa donde desmontaba por completo el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). Primero, quitándole su esencia al alejarlo del cine independiente y segundo, dijo, eliminando cualquier tipo de sectarismo o ideología. Eso sí, para imponer la mía. Su propuesta era tan infumable que hasta el propio partido daba un premio por esos presuntos valores que dice defender. En fin, como digo, no hay por donde cogerlo. Al parecer, el FICX fue la gota que colmó el vaso en este tripartito que no lleva ni cuatro meses funcionando. Nuestra alcaldesa, Carmen Moriyón, ha dicho basta de forma clara y contundente ante semejante patada. Rompe y expulsa del Gobierno local a los miembros de la formación de Santiago Abascal en «una decisión muy mediata», porque no estaba a gusto con ellos No solo era cuestión del cine, también había más cosas detrás. Entre ellas, tal y como confesó la propia Moriyón, problemas con las ordenanzas fiscales. Da por finiquitado el pacto que a mala gana firmó y que, recuerden, produjo una fuerte marejada interna en Foro. Tanta, que el sector asturianista se fue al ver como se trituraba a la Llingua. Ahora, nos quedan dudas de cómo quedará la legislatura. Si será un mar de inestabilidad o Foro tiene un plan B ante esta nueva tesitura. Es decir, un as bajo la manga para que de todos modos siga teniendo la mayoría suficiente para gobernar junto con el PP. Apúntense esta segunda teoría porque puede ser la buena. Ahí lo dejo. En cualquier caso, no podemos hablar de que se acaba un romance, puesto que nunca lo hubo. Fue un matrimonio de conveniencia y eso siempre sale mal. Vamos a decirlo en el idioma que más le gusta a Vox: el asturiano. Acabose.

@balbuenajm