Hace una semana conocimos la terrible noticia: un hombre había sido agredido brutalmente a la salida de un local de copas en Fomento. Su estado en esos primeros momentos era crítico, produciéndose posteriormente el fallecimiento. Suceso, claro, que conmocionó a toda la ciudad. Los presuntos responsables, después de una rápida actuación policial, fueron localizados y detenidos a lo largo de la semana. Algo por lo que tenemos que felicitar a los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), porque si todavía a estas alturas el supuesto delito estuviese impune, tendríamos una sensación de inseguridad incluso mayor. Sin embargo, la familia, amigos y sociedad no encuentran consuelo. La pregunta que sobrevuela el ambiente es si esta agresión con resultado fatal se hubiese podido evitar. Esto es, qué mecanismos se pueden implementar para que una noche de ocio no acabe en tragedia. Máxime, como es de sobra conocido, cuando en la zona son habituales los altercados. Desde la concejalía de Seguridad Ciudadana nos dicen que aumentará la vigilancia policial, así como la instalación de unas cámaras de seguridad que llevan un importante retraso. Sin duda, medidas que refuerzan el control, pero que deberían ser además preventivas. Desde esta columna, apuntábamos que se revisase la concentración de locales de apertura nocturna. Es decir, lo que no puede ser es que en pocos metros se agrupen un gran número, puesto que eso garantiza los problemas. Vamos, que el barrio se transforma en una especie de «aquí no hay quien viva». Bien saben los vecinos de Fomento de lo que hablo. También que se controle el consumo de «agua de fuego», ya que causa estragos entre la población juvenil. Ojo, tanto en el interior de los locales, como en el exterior. Para nada es raro ver botellones espontáneos -incluso organizados- por los espigones de Poniente. Por tanto, es hora de ser firmes y evitar que deba intervenir de nuevo la UDEV. Créanme, se puede.
@balbuenajm