A falta de contabilizar el voto emigrante, que puede complicar aún más las cosas, las elecciones asturianas del 25M han seguido el lema del circo: más difícil todavía. Si lo que se pretendía era despejar el panorama político de cara a la gobernabilidad, ha ocurrido precisamente lo contrario: la situación es a día de hoy más complicada. Foro y PP tendrán que ponerse de acuerdo si no quieren ver cómo gobierna la izquierda, pese a estar en minoría parlamentaria. Y eso es así, porque, a la postre, los comicios le han sentado al centro-derecha como un tiro en el pie. La alta abstención les ha perjudicado sensiblemente mostrando, en cierta manera, una desilusión por no haber sabido gobernar cuando lo tenían, con perdón, a huevo. Vamos a analizar la jornada. Los resultados del PP han sido un desastre. Después de haber puesto toda la carne en el asador desde Madrid, lo conseguido es bastante desolador. Lo único que le queda ahora, si de verdad quiere comenzar a cambiarlos, es actuar como bisagra ante un hipotético gobierno de Álvarez-Cascos. La noche electoral, por lo demás, para olvidar. Foro Asturias ha sufrido un desgaste considerable, pero quizá menos de lo que algunos esperaban. Lo cierto es que, insisto, la convocatoria electoral, no ha sido nada afortunada para sus intereses. Si el objetivo era saber quién predominaba en el espacio de la derecha, ha conseguido una victoria pírrica. Demuestran que ahora mismo son más que el PP, pero la izquierda está recuperándose del batacazo electoral. Sinceramente, no es tampoco para felicitarse.
Por su parte, PSOE e IU ganan un escaño. En el caso del PSOE, se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Para mí, pese a que los socialistas están lejos aún de sus números habituales en nuestro paraíso natural, estos resultados les dan moral y, sobre todo, esperanza, de cara al futuro. Por supuesto, para ellos ha sido una buena noche electoral al ver como, la división de la derecha, les puede permitir volver al gobierno. En cierta manera, han levantado cabeza. Por último, UPyD entra en el parlamento. A su favor también ha jugado la baja participación y el hartazgo hacia la política de los asturianos. No obstante, su resultado siendo excelente puede ser todavía mejor. El voto emigrante, como antes dijimos, podría crear un empate técnico entre izquierda y derecha. En ese caso, el diputado de UPyD sería decisivo