Esta es la historia de un incumplimiento con alevosía. Ni más ni menos. En diciembre del año pasado, la Autoridad Portuaria se comprometió a ceder de forma gratuita una franja litoral en los terrenos del antiguo astillero de Naval, pero la nueva dirección lo ha estado impidiendo de forma sistemática. Esto es, no ha hecho otra cosa que dar vueltas y más vueltas. Enredar por enredar. Que si un convenio, que si las actividades náutico-deportivas, que si el acceso a la lámina de agua, que si voy a ser «agente urbanizador» … Ahora, a regañadientes, ha terminado aceptando llevar la cesión de la titularidad al consejo de administración para su aprobación. Algo que debería de haberse realizado mucho antes, puesto que con ese fin se firmó una escritura ante notario. Eso sí, lo ha hecho, como digo, a ultimísima hora y justo cuando cumplía el plazo dado por Ayuntamiento para reclamarlo judicialmente. Dando muestras siempre y en todo momento de cuál es su talante. Fíjense que hasta querían cobrar por algo que no era suyo: poner un alquiler a esos 3.848 metros cuadrados por la ubicación de la Semana Negra. Como ven, hasta tienen esa desfachatez. Miren ustedes, la dirección del Puerto ha demostrado que no es de fiar. Vamos, que yo no les compraría un coche usado ni por asomo. Veremos cómo se desarrollan las relaciones puerto-ciudad que tanto presumían de mejorar, pero, sin duda, empezamos con mal pie. Si esta es la presentación del nuevo modelo de la nueva Autoridad Portuaria para Gijón, en fin, aviados vamos.
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@balbuenajm