Lo inexplicable.
La sanidad privada no lo va a tener fácil para implantarse en Gijón. A las tres demandas judiciales planteadas para impedir su llegada, se unen posturas chuscas como la de la Federación de Asociaciones Vecinales de la Zona Urbana (FAV). Esta misma semana, la FAV pedía expropiar el suelo del Grupo Quirón junto al Hospital de Cabueñes. Ya saben, el terreno que es objeto de permuta con otros municipales en Nuevo Gijón, donde pretende ubicarse el proyecto. Todo ello, porque el Ayuntamiento anunció que podría plantearse comprarle a Quiron ese suelo necesario para la ampliación de Cabueñes, en caso de que la vía judicial prospere. Pues bien, como digo, resulta inexplicable que los representantes vecinales asuman las posturas radicales contra la sanidad privada de IU y Podemos. Oigan, como si su propiedad se pudiese arrebatar de forma rápida, sencilla y sin mayores complicaciones. Algo, por supuesto, que no es ni mucho menos así. Para la FAV, ya lo ha demostrado muchas veces, existe, parafraseando a Donoso Cortés, la «inmaculada concepción de lo público». O sea, siempre sin pecado original. Esto es, lo privado es sinónimo de especulación, usura, explotación, blablablá. Por ejemplo, una nueva industria (cuidado que contamina), el transporte (ni hablar del vehículo particular), vivienda (la que tenga a bien darte la administración de turno)… ¿sigo? Eso sí, cuando hablamos de luchar por causas justas -el vial de Jove o plan de vías- su poder de convocatoria es mínimo. Yo diría que prácticamente nulo.
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@balbuenajm