Cuando uno grita en alguna de las altas cumbres asturianas ve reproducida su voz a través del eco. Dice, por ejemplo, «hola» y escuchará «hola, hola, hola…». En política este fenómeno acústico también se da. Más concretamente, en el Partido Popular asturiano. En Madrid (o tan cerca como Castilla-La Mancha) proponen quitar el sueldo a los diputados, y por Oviedo repiten «sin sueldo, sin sueldo, sin sueldo…». En Moncloa se cansaron de denunciar los excesos y grandezas de los proyectos socialistas, y por aquí aparece un listado mostrando un despilfarro de 600 millones de euros. Con el cual, lógicamente, podemos estar de acuerdo; pero es que esto ya ha sido votado y penalizado por los ciudadanos en anteriores elecciones. Desde un punto de vista político, el congreso del PP asturiano en noviembre, va a ser muy interesante. Tendremos que ver si, de verdad, van a renovar el partido o seguir haciendo más de lo mismo. Desde luego, deberían tener en cuenta que todo el espacio del centro-derecha les va a estar mirando. Quiero decir, que no vale una actitud pasiva o continuista para recuperar el voto. En concreto, la táctica de esperar a que Foro Asturias vaya desgastándose. Sin duda, hay que hacer algo más y su electorado lo tiene que visualizar.
A todo esto hay que sumar la línea de oposición. Seguir haciendo de eco de Madrid, no es sólo una política sosa y con una falta de imaginación terrible, sino que además no aporta nada. Tiene que encontrar su propia línea de oposición y no hacer esa especie de copia mala del gobierno de Rajoy. Porque, apostar todo a lo que propongan desde Madrid, es un error mayúsculo como ya se demostró: en las generales el PP salvó los muebles, mientras que en los dos comicios autonómicos se hundió. Dice Pilar Fernández Pardo que el nuevo presidente -Mercedes Fernández – tiene que liderar el centro-derecha asturiano. Bien, no es sólo cuestión de una persona, sino también de un equipo. Algo que el PP nunca ha tenido en cuenta.