El Oviedo será uno de los rivales del Sporting B en la Copa Federación, además de verse las caras en la Liga de Tercera División. La primera visita del equipo azul a Gijón será el 12 de agosto, en plena Semana Grande. En las dos anteriores visitas del primer equipo oviedista al filial rojiblanco, el señorío de Vega-Arango trasladó a El Molinón el encuentro que, como todos los demás, debía haberse jugado en Mareo.
Ahora, las circunstancias son diferentes. Antes había unas buenas relaciones entre los dirigentes de ambas entidades. Ahora, no, por iniciativa de los empresarios que están al frente del Oviedo. El grupo que representa al club azul rehusó hablar con los rectores rojiblancos en el caso de Jairo y anunció que aceptaría que el jugador avilesino se vaya a otro club por menos dinero.
Dadas las circunstancias, Manuel Vega-Arango no tiene argumentos para que su señorío obligue a abrir El Molinón el doce de agosto. El Oviedo, que en estos momentos es un equipo más de Tercera División, deberá jugar en Mareo, campo que es donde los futbolistas y el entrenador del filial rojiblanco prefieren jugar. Además, aunque El Molinón suele acoger mayor número de espectadores en este tipo de partidos, los gastos de apertura del campo son sensiblemente superiores y el club gijonés no está para desviar ni un euro.
Y si hacen una encuesta, no descarten que la afición sportinguista pueda pedir que el Sporting B-Real Oviedo se juegue en uno de los campos de arena, pero esta medida sería tan populista como la de Alberto González en el caso Jairo. Si me preguntan, ¿qué quieren que les diga? AL MAREO ARENA.