Uno de los visitantes del blog considera misterioso el trato informativo que se dio recientemente en este periódico al caso Jairo. Tiene razón en el olvido, pero puedo asegurarle que el trato es similar al de otros jugadores cuando dejan de ser rojiblancos. En su momento, cuando fichan por otro club, se da la noticia, pero sin un seguimiento como si viniera al Sporting. Así se trató la marcha de ex rojiblanco Juan al Poli Ejido. O la de Samuel al Xerez, por poner algunos ejemplos.
Con el mes de junio, Jairo dejó de tener vinculación con el Sporting y puntualmente se explicó que el caso pasaba a ser una cuestión entre el jugador y el Oviedo, aunque ambas partes asumían que el avilesino no iba a volver a vestirse de azul. De misterioso le aseguro que no tiene nada. Las valoraciones informativas de cada caso tienen influencia de criterios, pero nunca marcadas por la tendenciosidad. Se lo aseguro por mí y mi entorno. La realidad que más nos importa es la que se refiere al movimiento actual. En ese aspecto, algunos nombres de futbolistas incorporados los leyó primero en este diario.
Aunque es historia pasada, lo que se puede analizar sobre la historia de Jairo en el Sporting es que en los tres últimos meses de la competición, Preciado dio más presencia al avilesino, pensando en el futuro, más que en el presente, cuando en la planta noble se sabía que era una de las bajas. Los famosos 300.000 euros no se pagaron porque los técnicos consideran que Jairo no vale ese dinero, después de las operaciones a las que fue sometido. El tiempo dirá si acertaron o no. A nosotros sólo nos cabe desearle suerte a Jairo en su nueva singladura.
En todos los casos, las sugerencias de los visitantes es un estímulo que agradecemos, así como las opiniones, sean coincidentes o discrepantes, que para eso está hecha la tribuna de este blog.
Por cierto, Vega-Arango ya se está rajando. Quiere llevar los partidos del filial contra el Oviedo a El Molinón. Argumenta cuestiones de seguridad. Sólo falta que ordene poner una alfombra roja para los directivos del Oviedo que no aceptaron reunirse con él. Nuestro querido presidente presume de duro. Ver para creer.