Esta mañana tuve la ocasión de hablar durante unos minutos con Preciado. No quiere oír nada de Congo, pero en el fondo espera por el colombiano. Es su delantero preferido, incluso por encima de los otros nombres barajados por Emilio de Dios, como el bético Maldonado o el alavesista Jandro, aunque tiene otro más en su agenda. No es por marear, pero la oferta del Sporting a Congo sigue en pie. Lo que dijo Vega-Arango de que se le retiraba es una táctica para frenar el malestar de la afición y tratar de aparcar el caso.
Y ahora que hablo de mareos y de Vega-Arango, el presidente se las ingenió para domar las opiniones de sus compañeros de consejo y llevar el partido del Sporting B contra el Oviedo a El Molinón. Se salió con la suya, aunque es una medida impopular, con un argumento absurdo, como el de la comodidad. ¿Los seguidores del Sporting, a los que se debe Vega-Arango, sólo merecen la comodidad de El Molinón con el filial cuando nos visita el Oviedo? A ver qué decide el señor presidente cuando la visita sea de otro equipo, como el Ceares, por ejemplo, que, además, es colaborador de Mareo y con una directiva que sí puede ser invitada al palco. Abril El Molinón tiene un coste cuatro veces superior al de Mareo y no creo que la situación esté para dispendios. El señorío de don Manuel y la comodidad de la que habla cuesta dinero.