El Sporting tuvo su primera prueba seria de la pretemporada con el Racing como sparring, después de cinco ensayos previos que se afrontaron como simples sesiones de trabajo. El equipo de Preciado dejó algunas sensaciones buenas. Confirmó que los fichajes que van a ser titulares darán al conjunto un plus añadido que no tenía el año pasado. Además, contará con un banquillo para eventualidades. Con Preciado siempre las habrá. Seguro.
El partido se deslució con tantos cambios, ya avanzado el segundo tiempo. Creo que Preciado está empezando a abusar de los cambios, además de meter en los ensayos a jugadores que no van a ser de la partida del primer equipo. Es bueno ilusionar a los chavales del filial y tener contentos a los descartados, pero ahora toca hacer pruebas con los que van a estar de verdad.
En este Real Club se mira mucho la forma de quedar bien. Por eso se habla una cosa en las alturas, o sea, en la planta noble de Mareo, y otra en las bajuras, o sea, en el vestuario. No es racional que el entrenador dé ilusiones a los dos descartados, anunciándoles que van a ser uno más en la plantilla, mientras el cuadro técnico comunica al consejo que no cuenta con ellos y que se les busque ubicación en otro sitio. Esa es la situación de Chus Bravo y de Karanka. Ellos lo saben y en el campo se nota, porque anímicamente no están para florituras, con lo que dan la razón a los que los excluyeron.
Queda la prueba de mañana en Luarca, última de la pretemporada, ante un rival recién ascendido a Primera. Lo razonable y aconsejable es ver más en acción a los 16 que serán la base más los cambios habituales. Pero es posible que Preciado no tenga la misma idea. Más que posible, seguro. Es su método.
PD1: De Congo mejor ni hablar. Como Fernández y Vega-Arango le dieron de plazo hasta el 31 de agosto, aún le quedan quince días.
PD2: Mal día eligió el Racing para captar socios en Asturias. El fútbol que ofreció ayer el equipo de Marcelino no es para enamorar.