Las estadísticas y el recuerdo de la historia están bien para matar el tiempo y también para conocer o recordar las vivencias, en este caso, del Sporting. Viene esto a cuento de un comentario que surgió en el periódico y que dio origen al reportaje sobre la temporada 1976-1977, en la que el equipo rojiblanco recuperó un puesto en Primera.

El primer partido fue contra el Levante, en una agradable noche de sábado, cuando El Molinón tenía aún gradas de pie. Quizás se esperaba más la goleada, porque el equipo acaba de descender con una plantilla que tenía una calidad notable, con una delantera formada por Churruca, Quini y Ferrero. Fue un 4-0, como el que se llevó el Poli Ejido.

Sin embargo, pese a la goleada inicial al Levante, el camino no fue fácil, porque en toda la competición hubo rivales cerca, aunque en sólo en seis jornadas se abandonó el primer puesto, tres para ser segundos y otras tres para ser terceros. Fue clave la visita al líder Cádiz, con el equipo segundo clasificado, empatado con el Rayo, y con riesgo de salir de la zona de ascenso, por la amenaza del Jaén. 1-5 para los gijoneses y camino allanado, aunque luego hubo algunos tropiezos que llegaron a poner en duda el primer puesto. En la penúltima jornada, el Sporting visitó Oviedo. Quini y Ferrero se encargaron de firmar un triunfo que aseguró el liderato y el ascenso, porque una derrota hubiera obligado a ganar en la última jornada al Jaén para rubricar una de las tres primeras plazas. Aquel triunfo en el viejo Tartiere también significó que el Oviedo quedaba fuera de todas las opciones.

Fue una temporada en la que debutaron Joaquín, Maceda, Morán, regresó Cundi y se confirmó Mesa. Todos fueron internacionales poco tiempo después. Y, además, se mantuvo el dúo pormado por Quini y Ferrero, que ya habían sido internacionales consus respectivos países. Por el Brujo tenía adoración Kubala y a Enzo le llevó Menotti.

Algunos datos pueden convertirse en comparativos. La plantilla de este año se reforzó convenientemente. Al menos, dio buenas sensaciones y parece que hay un equipo armado, que no va a precisar que se abuse de las rotaciones. Eso puede quedar para la Copa. Mantener una base, como en la época de Miera, sería importante. A Preciado no le gusta tener alineaciones que se sepan de memoria, pero es una de las fórmulas para jugar de memoria. No sé porque me da que el sábado va a repetir alineación en Canarias, dicho sea de paso.

PD.: Hablé con Rosendo Cabezas. Trabaja de técnico para el Sevilla y el año pasado le tocó ‘peinar’ todo el fútbol portugués. De Zaporo sólo tiene referencia de que figuró en el Vitoria de Setúbal y en el Beira Mar, sin apenas jugar. Una competencia menos. El Sevilla no va a ficharlo.