Este año no se disputa, al menos de forma oficial, el Trofeo Principado. Suelen disputarlo los equipos representativos del fútbol asturiano. Antes eran en el Sporting y el Oviedo. Ahora se viven otros tiempos.

Ayer, en Miramar, el segundo encuentro amistoso de la pretemporada del Sporting, la confrontación tuvo todos los ingredientes de ser el trofeo más destacado con protagonistas asturianos.

El equipo gijonés lleva la supremacía del fútbol regional, con más distancia ahora en la máxima categoría. Intentar discutirlo es una necedad, pero no faltará quien lo haga. Enfrente estaba el Marino, ahora segundo equipo de la región, título que esta temporada compartirá con el Sporting B, que, dada su condición de filial, o equipo dependiente, como sería más correcto en el argot federativo, permite a los luanquinos el rango de la categoría.

En el palco de Miramar estuvo don Vicente Álvarez Areces, que es sportinguista, como bien reconoce sin complejos, lo mismo que el señor Zapatero es del Barça o el señor Aznar lo es del Real Madrid. Lo acompañó don Misael Fernández Porrón, que tiene todos los indicios de ser caudalista. Son las dos autoridades máximas de la región, política y deportiva, respectivamente. Por todo, el partido tuvo aspecto de ser ese Trofeo Principado que este año no hay, aunque sin que produjeran más entregas que las de cortesía por la asistencia al presidente regional y al árbitro internacional, que dio clsase de cómo hay que arbitrar. Podrían enviaerle una copia del partido a Mateu Lahoz, flamante colegiado de Primera.

El partido de Luanco no pasará a la historia por su nivel futbolístico, pero cubrió el expediente y lo que persigue Preciado, que no es otro objetivo que repartir minutos entre los jugadores, con algunas incorporaciones del filial. En Miramar le tocó el turno al portero Raúl, recién fichado del Guarnizo, y a los canteranos Omar Hernández y José Ángel, central y lateral, que tienen buenas maneras.

El otro Omar, el delantero, se mostró revolucionado y fue el mejor de un partido en el que faltó el gol y sobraron los tiros a la madera. El otro fue de Pedro. En Baracaldo también hubo tres lanzamientos a los postes, uno de Bilic y dos de Luis Morán. La ocasión más clara fue de Barral, pero un defensa evitó el gol casi en la raya.

Las pruebas a tono con lo que quiere Preciado de este equipo, las que pueden llamarse las de verdad, empezarán en Ferrol, contra el Zaragoza. Será el próximo sábado. Antes habrá que pasar por Ponferrada.

PD: Llega Diego Camacho. Sucede a Cuéllar, Maldonado y Carmelo. Falta un delantero centro, que es lo que quiere Preciado. Petición razonable, pero debería añadir un central, de los que ‘rasquen’, y un lateral. La competición es larga y dura.