La derrota del Sporting ante el Zaragoza en Ferrol provoca que puedan hacerse los primeros análisis con cierta base. Tiene razón Preciado en que todo lo que se hace ahora son pruebas, pero es inevitable que haya cierta desazón después de lo visto, sobre todo en el primer tiempo, que propició una gran bronca del míster en el vestuario de A Malata en el descanso del partido.

El equipo aragonés lleva cinco partidos con cuatro triunfos, pero no suma doce puntos. Teoría de Preciado que es muy real. Por cierto, ante el Sporting, el equipo aragonés ganó con más comodidad que ante el Racing de Ferrol o el Pontevedra. Pero el Zaragoza no me preocupa.

El Sporting es el que no da buenas sensaciones, lo que también es una realidad. La imagen de la primera parte del encuentro de Ferrol provoca muchas dudas. Deimasiadas. En cambio, los que salieron en el segundo tiempo, con la misma carga de trabajo acumulado, ofrecieron un aspecto más alentador, pero sin que se marque un gol. Las llegadas a la portería rival fueron escasas y sin convencimiento.

Quedan dos semanas para confirmar los pronósticos. Emilio de Dios y Preciado ofrecen una cara de moderado optimismo, sin esconder que habrá que sufrir, como otros catorce. No creo que vayan a ser tantos, pero si no se hace una buena inversión se va a sufrir mucho. Tal vez demasiado.

En el club se habla de esperar al mercado de invierno para tener vistos posibles refuerzos. Puede que en enero sea tarde. El mal ejemplo de 1998 debe servir de experiencia para no tropezar otra vez en la misma piedra. De momento, suenan algunas alarmas. Debe servir de llamada de atención para que los máximos accionistas busquen soluciones, que los técnicos deben tener preparadas. Los paños calientes es mejor que hayan pasado a la historia. Costó mucho subir, como para dejarse llevar ahora.

PD: Es posible que los artistas estén cansados de tanto entrenamiento. Más cansados estaba la mejor afición del mundo de llevar diez años en Segunda, como para que se tire en poco tiempo la ilusión renovada por el ascenso. Vamos dejarnos de disculpas, que son los argumentos de los mediocres.