El Betis ganó en El Molinón con la aplicación de detalles de Primera. El equipo sevillano se benefició del egoísmo de los delanteros rojiblancos, que pudieron sentenciar el partido. Luego, un golazo de Monzón y una filigrana de Emaná decantaron el partido para los visitantes.
Capítulo aparte merece el árbitro. El vallisoletano Rodríguez Santiago es internacional, pero tiene un extraño sentido para aplicar las reglas del juego. En este aspecto, tendrá que trabajar a destajo el profesor Díaz Vega para explicarle al pucelano que una falta dentro del área es penalti. Y si no tiene capacidad de visión, la papeleta debería ser para Sánchez Arminio.
Al margen de la ineptitud del colegiado, el Sporting no tuvo la suficiente inteligencia para amarrar un partido que encauzó pronto, ante un rival con un portero que no sujetaba una. Luego, demasiada precipitación para llegar a un final infeliz. Esto es Primera y hay que empelar la inteligencia de otra forma.
PD.: Antes del partido hubo un hermanamiento entre las dos aficiones. En este aspecto no me cansaré de defender a los Ultras, lo que no quiere decir que justifique otro tipo de actos en los que puedan verse inmersos.