Hoy es el día. Sólo vale ganar. Un triunfo sobre el Málaga saca al Sporting de los puestos de descenso, aunque anoche me dio la sensación de que el Sevilla no tenía mucho interés por ganar en Pamplona. Es igual, porque el empate sirvió.

De todas formas, las soluciones pasan por ganar al Málaga. Otro resultado no vale en una Liga adulterada. El Athletic, aunque ganó al Betis la pasada semana, jugó con los reservas. Las primas no valieron de mucho. Me dicen desde Almería que el Betis y el Getafe dieron un incentivo a los almerienses por ganar al Sporting. No me lo puedo creer. Tienen que ser habladurías. Cómo el beato Ruiz de Lopera o monseñor don Ángel Torres van a meterse en esos berenjenales. Imposible. ¿Jugará el Barcelona con suplentes y jugadores del filial ante un Osasuna que lucha por evitar el descenso mientras el Sporting luchará contra un Valladolid incentivado? No me lo puedo creer.

El Málaga no está primado en el partido de esta tarde, porque lucha por meterse en la UEFA. Creo que los malaguistas poco deben hacer en un campo lleno, con un ambiente que reventará, un buen árbitro, al menos a priori, aunque sea pamplonés, un césped de película y casi todo a favor del Sporting.

Pues bien, pese a todos los condicionantes, el Sporting tiene que ganar. Es la fórmula de salir del descenso y pensar en un futuro más esperanzador. Es el día D, el del desembarco en Primera. Vuelve Kike Mateo, el jugador más carismático del ascenso. Creo que Míchel queda en el banquillo y que Raúl Cámara se encargará del marcaje de Eliseu. Barral en el banquillo y Bilic titular. Todo será bueno si el marcador acaba bien, que buena falta nos hace.

PD.: Al Sporting lo sancionaron esta temporada por unos aislados gritos contra un jugador negro. Fue ante el Getafe. Las aficiones del Barcelona y del Athletic tuvieron un comportamiento similar contra el Rey y el himno de nuestra nación. No pasa nada. Como sonrosas de los nacionalismos nadie se atreve a meter mano, aunque lo más lógico es que estos dos equipos, si no les gusta la Copa del Rey, que no la jueguen. Más de un Taibito, que debe ser el de los chistes, anda suelto.