El Molinón va a ser escenario, una vez más, de un espectáculo de relumbrón, con todos los asientos vendidos. No va a cabe ni un alfiler. El Sporting es demasiado reclamo y el Ayuntamiento no puede pasar por alto la repercusión mediática nacional que tuvo y tiene el club gijonés tanto esta temporada, como en los últimos días. La mareona ya se conoce en toda España y tiene un seguimiento de las televisiones nacionales.

Lo que desentona es el campo, cuyas obras están anunciadas para empezar el lunes, después de dos años de retraso y con un proyecto rudimentario.

Me da pena que nuestros políticos no valoren la fuerza el sportinguismo en su justa medida. El campo no va a sufrir una remodelación, sino un simple lavado de cara, con un nuevo aforo que no pasará de 27.000 plazas. Creo que es insuficiente y que no se presta la debita atención al estadio, que podría tener otros usos, además del fútbol, en algunos días del año.

El domingo, en un partido que debe ser tan extraordinario como el del triunfo sobre el Eibar, hace casi un año, seguro que los representantes políticos llenarán el palco presidencial, además de estar llenos los dos palcos que se reserva el Ayuntamiento en un lugar preferencial de la tribuna principal. Si hacen un cálculo del importe de las entradas que tiene que dar el Sporting al Ayuntamiento en cada partido, más lo que ocupan los palcos municipales para disfrute de ediles, familiares y amigos, la subvención recibida por el club puede que sea ridícula. Pero lo más lamentable es el campo, su estado actual y cómo va a quedar para el futuro con una inversión ridícula para lo que hace falta.

Tenemos un equipo de Primera, una afición de Champions y unos políticos que no están en consonancia, pero se suman al carro siempre que hay una oportunidad de dejarse ver. Si a esto sumamos que los que mandan no tienen oposición, pese a no tener mayoría, pensar en algo coherente es más difícil todavía.

Con un campo tan rudimentario y promesas difícilmente creíbles después de dos años de retrasos y anuncios incumplidos, pensar en Primera tiene mucho más mérito.