El inicio de las vacaciones suele ser motivo de alegría. Llega el descanso, la etapa de desconectar, de olvidarse del mundanal ruido y cargar pilas. Sonrisas.
Sin embargo, para otros es motivo de despedida, de nostalgia y hasta de lágrimas. Así abandonó Raúl Cámara las instalaciones de Mareo, El chaval tenía la esperanza de seguir, porque a Preciado le gustaba un tipo de jugador combativo, agresivo y de los que hace vestuario, de los que sabe asumir el papel de reserva cuando le toca. Eso no es fácil. Emilio de Dios tiene otras balas en la recámara. Se supone que serán mejores, aunque no más baratas.
Buen chaval, pero el fútbol es impersonal. En todos los sentidos, por mucho que los que aplican sentimientos vean primero a la persona y luego al futbolista. La excepción es la afición. Le deseo buena suerte, lo mismo que a Sergio Sánchez y Neru, quienes estaban mentalizados de su final como rojiblancos. También se marcha el inédito Colin y se notificó al representante de Andreu que no cumplió la cláusula de renovación, por lo que no se cuenta con sus servicios. Los números del jugador son distintos. A ver en qué acaba esta cuestión.
No serán los únicos. Habrá más bajas y unas ocho incorporaciones. La ilusión se renueva. La idea es no repetir los errores pasados en el aspecto defensivo. Muchos corazones rojiblancos no aguantarían otra temporada como la última, sin que ello signifique que no se reconozca la permanencia.