Faltan detalles que esta mañana se solventarán. Miguel de las Cuevas es el cuarto refuerzo del Sporting, después del defensa Gregory Arnolin, que hoy quedará completamente cerrado; el portero Juan Pablo y el centrocampista Rivera.
Hay quejas de que Gregory no es un fichaje ilusionante. Por los datos que tiene Emilio de Dios, es un futbolista tremendamente práctico. Rosendo Cabezas, que trabaja para el Sevilla y hace todos los años un peinado del fútbol lusitano, me cuenta que es un defensa duro y rocoso, de lo que falta en el equipo rojiblanco, aunque su estatura y su peso no permiten que la cintura sea excesivamente dúctil. Rogelio García, como analiza hoy en ELCOMERCIO, lo vio el sábado por televisión, en el partido que ofreció Gol TV, y observó cosas bastante positivas, con detalles dignos de mención. Es evidente que no es Pepe, Puyol o algún sucedáneo de Bekenbahuer, pero hay una relación de calidad-precio, unas necesidades y unas limitaciones. Doria dio un gran rendimiento al Sporting, aunque cuando llegó tampoco era conocido. Cierto es que no había la comunicación por las redes que existe ahora y había que fiarse de recomendaciones telefónicas. Me refiero en el caso de datos periodísticos, proque en el fútbol ya existían los ojeadores.
De las Cuevas se lleva todo tipo de elogios de quien lo conoce o jugó con él. Tiene vitola de ser un jugador espectacular y comprometido con el proyecto del Sporting. Tenía ofertas mejores, pero desde el primer momento quiso venir a Gijón y su padre forzó la operación.
Y un detalle que no pasa inadvertido De las Cuevas tenía propuestas para irse al Deportivo, Getafe, Valladolid, en la operación de Asenjo, y Málaga. Pero optó por el Sporting, con el aval del Atlético. Algo parece habr cambiado en el concierto nacional, para que el club gijonés tenga un crédit que parecía perdido.
Ya faltan menos. Otros tres. Quizá cuatro. Otro central y un lateral derecho vendrán con seguridad. Y un delantero. Pero hay dudas en los nombres elegidos y en el periodo en el que pueden venir. Un caso es David Prieto, del Sevilla, a quien Jiménez quiere un sustituto antes de dejarlo marchar. Braulio parece que ahora no se va a forzar la máquina. Es demasiado caro.
De momento, la mitad de los refuerzos ya están. Y faltan casi cuatro semanas para empezar a correr y más de dos meses para el inicio de la Liga. Gustos aparte, el ritmo de las negociaciones es bueno.