Mi admirado y admirable José Ramón Tuero, concejal de Deportes del Ilustrísimo Ayuntamiento de Gijón, está mosqueado con este blog. Casi todo lo que se dice aquí de El Molinón le desagrada.
Haber descubierto la enfermedad en el hormigón que obligó a cambiar todo el piso de la tribunona, aspecto que se mantenía en el más absoluto de los secretos, deja en evidencia a alguien. No sé si concejal o técnico, pero alguien de dentro del consistorio. Sin embargo, lo que parece que molesta es que se digan las cosas, no que hayan sucedido. Pues no les digo nada lo que nos queda por saber.
Al amigo Tuero no le gustan las adversidades. Lógico. A nadie le gustan. Ya se molestó públicamente cuando Vega-Arango anunció que no habría Trofeo Villa de Gijón y lanzó el misil al mensajero. Como la no celebración del partido se veía venir y ahora se demuestra la imposibilidad de disputarlo, por falta de grada, la bala rebotó.
No sé lo que dirá ahora, después de que hayan surgido complicaciones en las obras, por una aparente falta de previsión. No haber hecho un estudio de las zonas donde iba a hacerse las obras debe ser porque a alguien se le olvidó. Supongo. Como de comprobar la fiabilidad de la Ruta de El Molinón, cuyo final costó 1,9 millones por nada. Y los de la acera de enfrente sin enterarse.
Pero la realidad es que el estadio está como está y para que no se diga nada hay un coto al acceso al campo, no se permite la entrada a los medios informativos, con una negativa tajante a cámaras y fotógrafos. La arquitecta que lleva el tema tiene una mordaza puesta por el Ayuntamiento y a los medios nos quieren poner una venda en los ojos, para que el pueblo llano y liso no se entere del desaguisado de El Molinón, que el sportinguismo sufrirá pacientemente durante la temporada.
Mientras la alcaldesa rehuye el tema, el concejal don Santiago Martínez y Argüelles se encarga de dar los datos que interesan en ruedas de prensa o de prolongados silencios. En cualquier caso, es lo que luego provoca protestas, controversias y polémica. Y, entre todo esto, el buen amigo Tuero se lleva los berrinches por lo que se escribe, sin que tenga culpa de lo que se comenta. Qué dura y qué injusta es la vida.
PD.: El culebrón Canella sigue. Este blog no se ha pronunciado sobre la cifra del traspaso. Se ha limitado a citar los datos. Ni tampoco ha involucrado a José Fernández. Ni el problema de El Molinón es una cortina de humo. Pero cada cual puede hacer las interpretaciones que más le agraden. Aunque no sean concejales.