Preciado tiene el centro del campo bien armado con Matabuena, Camacho, Míchel y Rivera. Todos no van a ser titulares y alguno ni entrará en juego en cada partido. El lenense lo ve venir. Parece que le tocará bailar con la más fea, aunque Rivera pase a la posición de enganche y los dos pivotes queden para tres novias, si es que Lora se marcha cedido, como estaba programado.
El Birmingham entra en liza. Quiere al joven centrocampista lenense y está dispuesto a hacer una oferta similar a la del Zaragoza por Canella, pero con dinero en efectivo. La operación es buena para el chaval, porque mejoraría en todos los aspectos, aunque el deportivo tendría que ganárselo.
Para el Sporting no parece que sea tan bueno, porque no hay tanta necesidad de dinero, no hay prisa para tapar los agujeros que quedan del proceso concursal. Si se marcha Míchel hay que buscar otro Matabuena u otro Camacho que quede libre, porque con los que se van, si no se cubren sus bajas, ni siquiera las posiciones con carencias, como es el lateral derecho, sólo se puede aspirar a ser el club más rico de Segunda.
Las ventas pueden ser buenas, pero hay que tener todo previsto para disponer de una plantilla de 25 jugadores que tengan el nivel para competir en Primera. Los experimentos es mejor hacerlos mejor con gaseosa.
En el caso de Míchel, no es un jugador que pueda considerarse de los mejor tratados de la plantilla. Los cánticos y demás son para los de fuera, a los que se les reconoce mejor los méritos ya desde las grada.