El cuadro técnico del Sporting busca a marchas forzadas un lateral derecho. Lo que no se hizo en un año que pretende rubricar en tres días. La alternativa era Raúl Cámara, pero el consejo no lo admitió. Eso provocó un distanciamiento entre los técnicos y el consejo.

Las diferencias volvieron a dejarse notar con el rechazo a Edu Moya, por parte de los dirigentes, por informes negativos a título personal, y la negativa del los técnicos que incluir a Mario Cotelo en la lista del Sporting.

Es una pena que un ensamblaje que se había logrado en los tres últimos años se esté deteriorando de una forma caprichosa. Hay ahora dos bandos bien diferencias. En uno, Preciado forma equipo con Emilio de Dios. En el otro, el resto. El director deportivo dice que está haciendo gestiones, pero el director general, que es quien debe negociar los contratos, no tiene ninguna notificación del jugador o los jugadores recomendados para fichar.

Todo esto encuentra como protector al presidente, que deja rodar la bola de esta forma, porque no le gustan los líos y los problemas, aunque lo más aconsejable era explicarle al director deportivo cómo debe funcionar un club. Y, si no lo entiende de foma reiterada, sustituirlo.

El ambiente no es el mejor para afrontar una temporada en la que la permanencia significaría dejar el club virtualmente saneado, aunque para ello es necesaria tener una plantilla más compensada y más consistente. Se perdió una buena oportunidad para reducir los riesgos de sufrimiento, aunque siempre nos quedará el optimismo del míster