Perder por 3-0 siempre es algo traumático. Sobre todo si los tres goles son de cabeza, dos de ellos con los rivales sin vigilancia. Un problema que parece eterno. Si pasa ante un Barcelona, que lo gana todo, suena a atenuante.
La defensa tiene mejor pinta este año, pero en otras demarcaciones hay jugadores que están escasos. Camacho, De las Cuevas o Diego Castro no estuvieron a su altura. Barral y Bilic, desasistidos, no se dejaron notar como podían. El equipo está lento de ideas. Rivera parece más hecho para jugar en el doble pivote que en el enganche.
La Liga del Sporting comenzará con la visita del Almería. La derrota del Camp Nou hasta era esperada, por mucho que la ilusión dictara lo contrario.
A ver si no hay que pagar las consecuencias de una plantilla descompensada, con cromos repetidos en unos puestos y sólo uno, en otros.