Preciado busca remedios de todo tipo al lateral derecho ante una posible ausencia del capitán Sastre. El técnico montañés pidió un lateral para completar la plantilla con dos jugadores por puesto, pero, mientras para algunas demarcaciones hay cromos repetidos, el ‘2’ echa de menos competencia.

Después de los ensayos con Pedro Santa Cecilia, que tuvo un resultado que no fue de su agrado, y de Pedro Orfila, quien el domingo fue suplente en el filial, la última prueba fue Lora. Incluso se comenta en los entornos del míster que puede estar en el once inicial ante el Almería, por aquello de que sus características son más adecuadas para frenar al escurridizo Crusat.

A falta de laterales específicos es obligado agudizar el ingenio. Y no cabe duda que Preciado lo tiene. O no le queda más remedio que tenerlo.

En el caso de Lora, algunas de sus condiciones son aprovechables para el lateral. Es una posición que no requiere nada especial para cumplir decorosamente. Otra cosa es que se piense en un superclase con vitola de internacional. Incluso parece que el madrileño va a ser algo más que una opción de recambio, ya que el míster lo tiene ya programado es que vaya a disputarle el puesto a Sastre, empezando por el partido del domingo.

En el fútbol siempre manda el balón. Si se gana al Almería, la alineación será la buena, la actuación será del agrado del respetable, gustará el árbitro y hasta se soportarán las incomodidades por las obras de la tribunona, que parece que van a concluirse el domingo en torno a las cuatro de la tarde, cuando Preciado comunique a los jugadores en el vestuario la alineación que va a enfrentarse a los chavales de Hugo Sánchez. España es así y Gijón no es diferente.