Peor era la situación el año pasado cuando el Sporting visitó Pamplona. Una derrota en un campo en el que hay una gran presión hubiera metido a los rojiblancos en descenso, con un intercambio con los navarros. Ahora, la historia es diferente.
La sanción a Gregory y la lesión de Luis Morán se suman a las bajas de Botía y José Ángel y a la no recuperación aún de Matabuena y Carmelo. Es evidente que la plantilla tiene una asignatura pendiente para estar compensada, pero, de momento, hay que respaldar a los que hay. Gerard e Iván Hernández fueron los centrales más utilizados en la pasada campaña. Los platos rotos de los famosos 79 goles los pagaron Jorge, cedido al Nástic, y Neru, que se fue al Alavés.
No es momento de lamentaciones sin soluciones posibles. Además, tampoco Osasuna está para tirar cohetes. Entre los que se fueron y los que llegaron, el potencial no es mejor que el del año pasado. Vamos a confiar en que el partido salga bien.