El Sporting ya está en Bilbao. El equipo previsto, el mismo que ganó al Mallorca con la entrada de Botía por el lesionado Gerard se encargarán de frenar a Llorente y buscar la sorpresa al contraataque. Botía y Gregory se encargarán del riojano, pero conviene no olvidar que juegan otros diez más.
En el Athletic, Caparrós tiene los justos, pero no es un equipo flojo. Es muy similar al habitual, con la ausencia de Ocio. El ambiente será el genuino de San Mamés,o sea, el presionante, pero no decisivo. Queda pendiente el arbitraje del gallego Bernardino González Vázquez, del que no hay buenos recuerdos. El colegiado sabe que en su último partido en Gijón se equivocó. La televisión se encargó de sacarle los colores. La única forma de evitar que sea decicivo es macar un gol más que el contrario. O mejor dos, para evitar sustos.
Los rojiblancos viajaron muy animados y con la ilusión de sacar algo positivo. Las sensaciones de hoy son buenas. A ver cómo son las de mañana.